Un nuevo nombre en la órbita de JAM
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Hay artistas que aterrizan en un sello, y otros que parecen diseñados para formar parte de su ADN. Bak, productor milanés afincado en Barcelona, debuta en JAM —la plataforma creada por Sam Paganini— con Bipolarism, un EP que no solo cumple con el exigente listón del sello, sino que demuestra una madurez poco habitual en un productor de su generación.

Fundado en 2016, JAM se ha consolidado como uno de los bastiones del techno europeo, combinando funcionalidad para la pista con un enfoque minucioso en el diseño sonoro. Paganini lo ha usado tanto como escaparate para sus propios álbumes (Zenith, Reflections, Light + Shadow) como trampolín para nuevos talentos. Que Bak se incorpore a este catálogo dice mucho sobre el momento que atraviesa: este EP no suena a promesa, suena a presente.
Groove quirúrgico para la pista
Tras consolidarse como residente en la escena milanesa y ganarse el respeto de figuras como Joseph Capriati e Ilario Alicante, Bak firma aquí un trabajo que trasciende la funcionalidad de pista. Su techno es musculoso, sí, pero está esculpido con precisión quirúrgica: grooves robustos, sintes elaborados al detalle y una construcción de temas que no renuncia a la narrativa ni al dramatismo.
Estructuralmente, los tres cortes de Bipolarism comparten una lógica clara: grandes builds, pausas estratégicas y caídas de percusión diseñadas para encajar en el momento álgido del club. Pero dentro de ese marco, Bak despliega matices que muestran una comprensión profunda de lo que hace vibrar a una pista —y a los oídos más atentos.
Track a track: explorando Bipolarism
Bipolarism
El track homónimo abre el EP con un groove denso y bien cimentado. Destacan unos claps potentes y cortantes, como bofetadas rítmicas: secos, definidos, sin concesiones. Las percusiones reverberantes generan una expansión constante, mientras un arpegio corto y sintético gana protagonismo sin dominar. En segundo plano, un loop vocal reverberante —casi industrial— marca el pulso como un minero picando en la oscuridad. Un tema tenso y adictivo, pensado para espacios amplios y atmósferas cargadas.
Duality
Con un enfoque más directo, Duality arranca con hits percusivos secos y atmósferas sintéticas sobre una línea de bajo rolling. El alma del track es una supersaw arpegiada que entra y sale con elegancia. Pero lo realmente interesante es cómo Bak trabaja sus modulaciones: el arpegio muta, mostrando detalles que matizan su timbre y revelan un gran dominio del diseño sonoro. El cierre, progresivo pero con golpes agresivos bien colocados, lo convierte en una herramienta ideal para DJs que buscan construir tensión.
Ambivalence
Más hipnótico, más físico, Ambivalence cierra el EP con un enfoque casi experimental. Se apoya en un hoover agudo y penetrante que marca los compases con energía rave, evocando por momentos el hard house, aunque con una ejecución profundamente techno. La percusión se entrelaza con un pulso tribal estilizado que nunca cae en lo exagerado. Es el tema más directo del conjunto, pero también el más envolvente.
Conclusión
Bipolarism no solo es una carta de presentación sólida para Bak en JAM, sino también una declaración de intenciones. Este EP esquiva el efectismo fácil y apuesta por un techno que combina crudeza, precisión y narrativa. JAM, por su parte, vuelve a demostrar su olfato para detectar talento nuevo sin perder la coherencia de su catálogo. Si esto es solo el comienzo, conviene no perder de vista a Bak.
