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    Entrevista al DJ y productor Serkin aka 1985


    Serkin es una de esas figuras que ejercen de eje, de motor prácticamente fundamental, contingente y además necesario de cualquier escena que se precie. En este caso, hablamos de Barcelona aunque su trabajo sobrepasa las fronteras dentro y fuera de nuestro país.

    Es probable que muchos aficionados a la electrónica no le tengan presente a diario como harían con otros artistas, pero su trabajo, más allá del apartado artístico, ha hecho posible que probablemente tú hayas podido asistir a tu festival favorito, puesto tu sesión en YouTube del artista del momento entre otras muchas cosas que comentaremos en esta entrevista.

    Hoy hablamos con un  referente y compañero dentro y fuera de la pista, con el que con suerte podremos entender un poco mejor o por lo menos tener en cuenta todas las aristas que tiene la producción de eventos, hacerlo de forma combinada con la faceta artística y además de ello ser un fervoroso defensor de la cultura underground.


    ¡Hola Serkin! Un placer compartir este rato contigo. Mirando tu trayectoria imagino que te será complicado definirte de manera breve, pero en pocas palabras, ¿quién es Serkin?

      Hola, el placer es mío y gracias de antemano por el interés y el tiempo dedicado. Serkin es mi seudónimo como DJ, llevo unos 25 años pinchando música electrónica, con un enfoque principal en el techno, empece con otros proyectos como Kevin Schwantz o Ranx Xerox pasando por muchos otros hasta dia de hoy

      ¿Recuerdas la primera vez que entras en contacto con la electrónica? ¿Qué artistas contribuyeron en mayor medida a la construcción del artista que eres hoy?

        Por supuesto, eso no se olvida. Fue en casa, mi hermano solía escuchar techno y, al principio, me parecía una música extraña, transgresora, casi prohibida… no la comprendía del todo. Esa sensación despertó mi curiosidad. A los 15 años fui con amigos mayores a una discoteca llamada Woman Caballero y allí conecté con ciertos sonidos dentro de ese universo tan amplio. Me atraía la oscuridad del ambiente y el tipo de gente que lo frecuentaba. Poco después conocí el Nitsa Club, que entonces estaba muy de moda. Entrábamos si teníamos suerte y logramos evitar que nos pidieran el carnet… jeje. Una noche vi a Dave Clarke y ahí fue cuando todo encajó de verdad. Empecé a frecuentar clubs como PIU en sabadell, La Cova, Rachdingue, Palm Beach, Blau, Florida135, Row ( el primero )…donde pinchaban artistas como Oscar Mulero, Rolando, Jeff Mills o Richie Hawtin. También compartíamos muchas cintas y grabaciones en el instituto. Había una red muy viva de clubs donde podías descubrir a estos DJs, y eso me marcó profundamente. También fuí a algunos festivales como Sonar Festival o Primavera club donde descubrí cosas más raras como Aphex Twin, Squarepusher o Autechre.

        Que tiene este género musical que no tuvieran otros y cuáles fueron los motivos por los que acabas dedicando gran parte de tu vida? ¿Fue una decisión desde el primer momento o fue algo más progresivo?

          Siempre he estado vinculado al arte, soy ilustrador, y creo que el dibujo me llevó a la música, y esta me despertó interés por su creación, manipulación y exploración como lenguaje. El techno es inmenso, con espacio para todo tipo de personas, sin importar género ni procedencia. Sentía la necesidad de escapar de ciertos entornos, del barrio, de malas influencias… y el arte, la música o el cine me daban un refugio seguro. Ver a un DJ provocar emociones en un club me impactó, y quise ser esa persona capaz de transformar estados de ánimo con discos. Aunque hubo una evolución, empecé pronto a manejar unos platos de correa y un mixer básico. Formé un grupo de amigos con quienes compartir esa pasión los fines de semana. Mientras estudiaba, era también una vía de escape. A los 17 empecé a trabajar como residente en un pub de ambiente en Barcelona, poniendo house y algo de techno al cierre. No tardé en aprender a pinchar

          Una de las tantas cosas a las que te dedicas es la asistencia técnica en el backline de grandes festivales. Primero de todo, ¿qué es esto del backline para quien no lo sepa?

            El backline es el soporte técnico y montaje de equipos e instrumentos que utilizan los artistas para sus actuaciones en festivales, clubs o eventos. Me ocupo principalmente de que tengan todos sus equipos listos para que puedan actuar y en el caso de que les falle cualquier cosa pues me encargo de solucionarles el problema, básicamente.

            ¿Cómo se empieza en este mundillo?

              Empece montando eventos para una conocida marca de bebidas. Con 18 años empecé en una empresa como coordinador de un pequeño equipo de montaje en Space Ibiza. Ahí aprendí labores logísticas en eventos de gran escala, siempre relacionados con la música y la cultura, hice giras nacionales y monte eventos culturales para diferentes clientes. Todo siempre en relación a la música

              ¿Con qué marcas trabajas? ¿Cómo es formar parte de un equipo de trabajo tan grande y profesional?

                He colaborado con muchas marcas a lo largo de los años, y con el tiempo fui asumiendo roles más técnicos. Comencé en producción, luego en montaje de escenarios y trabajos de altura en festivales —tareas muy exigentes físicamente. Toda esa experiencia me conectó con profesionales y marcas que apostaron por mí. He trabajado en Primavera Sound, fui Stage Manager del escenario Boiler Room hace unos años y responsable del backline. En Call&Play me dieron la oportunidad de coordinar escenarios principales como el BBF ( Barcelona Beach Festival ). También he estado en Monegros, Sónar, Ombra festival, o como director técnico y de producción en eventos de HEX Barcelona. Paralelamente, con mis propios proyectos como Celobert, he logrado conectar a muchas personas profesionalmente. Con los años, todo se ha ido entrelazando de una forma muy especial y es bonito verlo desde la perspectiva actual.

                A parte de la envergadura, ¿en qué se diferencia ese trabajo en un gran festival con el mismo trabajo en un club?

                  Los clubes son espacios más pequeños e íntimos, con una dinámica distinta, aunque no por ello menos exigente. Personalmente, me atraen los retos, y disfruto enfrentándome a situaciones con mucha presión. Me siento cómodo en entornos con miles de personas. Quizá en los lugares pequeños se pierde esa adrenalina que me mantiene activo. Trabajar con artistas que solo actúan en festivales es también un incentivo. Aunque puede que haya menos pasión, el aprendizaje es inmenso.

                  También has trabajado con marcas como HEX en el ámbito de la dirección técnica y producción de sus eventos. ¿De qué se trata esta parte exactamente?

                    Fueron clientes durante varios años, llegaron a mí gracias a amistades que conocían mi trabajo en Celobert y otros eventos. La experiencia a nivel de producción fue muy intensa, aunque su propuesta musical no es la mía. Siempre intenté mantenerme al margen de ese aspecto y centrarme en la parte técnica y logística. Llevaba mi propio equipo técnico para desarrollar sus eventos. Siempre procuré que fuese un trabajo discreto y estrictamente profesional. Colaboro con marcas que no siempre representan lo que me mueve a nivel personal, y prefiero que eso no se sepa demasiado… me tira la cultura, el underground real. ¡Aquí me has pillado! Jeje.

                    También te dedicas a la programación en clubes y festivales. ¿Cuáles son las fiestas en las que has participado últimamente como programador? 

                      Es una faceta que llevo años desarrollando. Con Technodrome construimos una propuesta underground en salas como Moog (el de hace unos años)  y en otros espacios, incluso una edición en “The Loft”actual Human. Durante años programé a muchos DJs locales y también a artistas internacionales, como DJ Pete en una de las últimas ediciones. He gestionado varias programaciones, recientemente en Red58 como residente y programador con las fiestas Technolo-G, y en el festival LabeaSonic en Bilbao. En este último, he desarrollado un enfoque más íntimo con un line up nacional muy cuidado, en un espacio tan especial como Altos Hornos de Sestao. Ángel Molina, Nx1, Julia Bondar o DJ Muerto aka Arcanoid han sido algunas de las propuestas. En Red58 pude invitar a artistas que admiro desde hace tiempo como Jerome Hill, Dimi Angelis, Architectural o Alienata. Aunque ya no trabajo allí, fue una etapa enriquecedora. En Volta, un proyecto breve pero significativo, pude abrir la sala Salamandra en un evento dominical gracias a a la colaboración con David Fernandez y Adria Pros , director y manager de la Sala,  compartí curaduría con otros compañeros y trajimos a Reeko, Sunil Sharpe, Pete o Kerrie, con quienes he entablado una bonita amistad. Fue difícil generar un espacio como este para eventos tan “underground” pero aposté por ello.

                      Tiene que ser impresionante participar en un festival como LabeaSonic y poder formar un lineup tan legendario en un espacio tan especial. ¿Cómo fue la experiencia?

                        El festival se celebra en un espacio único, patrimonio nacional y sin comparación. Es emocionante ver cómo el público reacciona de forma tan positiva. Además, es gratuito y se hace de día, lo que lo acerca aún más al ámbito cultural, donde me siento más libre programando. Me gustan los retos y este ha generado un vínculo muy especial con la ciudad. Hay un equipo humano increíble detrás con el que es un placer trabajar. También tuve la suerte de actuar allí en formato B2B con Hermetica. Compartir cartel con Ángel Molina, Júlia Bondar o Arcanoid fue una experiencia inolvidable, y encajó perfectamente en ese entorno

                        ¿Cuál es tu criterio como programador para un evento? ¿Se puede programar bien para un evento que no te emocione?

                          Siempre busco una conexión emocional con algún aspecto del evento. Eso le da sentido y coherencia a la programación. Pero desde una perspectiva práctica, hay ocasiones en las que no te identificas plenamente con el proyecto y aún así debes afrontarlo como parte del trabajo. A veces eso limita tus ideas, pero intento no perder nunca mi visión personal, y aportar siempre una propuesta cultural. Por eso mantengo mis propios eventos, donde puedo expresarme sin filtros y equilibrar lo que me mueve de verdad. No me veo programando algo en lo que no pueda reflejarme en absoluto

                          Y para cerrar el círculo tenemos tu faceta como DJ, con diferentes seudónimos. ¿En qué se diferencia Serkin de 1985?

                            Serkin es mi alias más vinculado al techno, mientras que 1985 es mi vía de escape, mi refugio creativo. Ahí hago IDM, electro, breaks… no tengo límites. Me gusta experimentar y cambiar. Tengo varios proyectos y cuando uno me agota, invento otro. Así es como funciono. Quien me conoce lo sabe bien…

                            Sabemos que bajo ambos aka‘s hay una misma dedicación y pasión por el vinilo. ¿Qué te aporta o por qué esa fijación?

                              Trabajo con vinilos desde muy joven y me siento muy cómodo con él. Cada disco guarda una historia, y mi archivo está lleno de emociones que no encuentro en otros formatos. No estoy en contra de lo digital, al contrario, creo que tiene un potencial enorme. Pero mi discurso como DJ cobra más sentido con el vinilo, conecta más y emociona. Además, me gusta compartir este arte con otros y defenderlo, porque ha sido un pilar esencial. Un buen DJ debe saber manejar todos los formatos, y este es fundamental

                              También me encanta comprar discos y visitar a mis amigos Gerard y Arnau en Discos Paradiso a Tony en Rythm Control o a Lupen o Fari en Crokan Mutant y Vinilarium… Creo que también ahí hay una parte importante a valorar en el tejido que forma la música electrónica en la ciudad y la conexión entre artistas que genera el vinilo.

                              Háblanos de tu sello Tourian Records. ¿Cuándo nace y cuál es el sonido que le identifica más?

                                Nació hace algunos años como plataforma para publicar mi música y la de personas cercanas. Es un espacio de libertad creativa donde autoeditarse y sacar proyectos íntimos. Desde ambient hasta techno o electro, todo cabe. Hay pocas referencias, pero esa es la idea: hacerlo cuando y con quien me apetezca, sin presiones.

                                El último fue un Ep llamado Umbral y firmado bajo mi aka 1985 con una serie de remixes del que estoy muy orgulloso, colaboraron artistas como Dark Vektor, Mynationshit, The Zenobit3 y Pelacha o The Bandit entre otros

                                Hablemos sobre lo que se viene próximamente. Nos han dicho que este verano visitarás por tercera vez el baño más famoso de Internet, pero en esta ocasión con un showcase de tu sello. ¿Qué nos puedes explicar de tus experiencias en HÖR?

                                  HÖR es una experiencia muy guay si la entendemos como lo que realmente es: una plataforma de difusión, plural y abierta, donde cabe de todo. Más allá de las locuras que puedas ver ahí —que también forman parte del encanto—, yo lo he usado siempre como un espacio para reivindicar el arte del DJing con vinilo. Tiene miles de visualizaciones y la siguen muchísimos promotores, así que cada vez que he ido, he llevado esa premisa por delante: mostrar lo que se puede hacer con dos platos y un mixer.

                                  Este nuevo showcase aún está por llegar, jeje, pero estoy trabajando en algo especial, y es muy probable que no vaya solo esta vez. Hay varios y varias artistas en la ciudad con los que conecto mucho, y quizá la propuesta esta vez sea más coral y distinta a las anteriores.

                                  Alguna recomendación a los artistas emergentes para llegar a tener su hora de gloria en el baño amarillo?

                                    Que trabajen en ser cada vez mejores musical y técnicamente, y que conecten con las personas desde el respeto. Eso te lleva a todo lo demás. La clave no está en correr, sino en no saltarse las fases que la vida te propone. Disfrutar del proceso y vivir esto como una forma de vida, no como una moda pasajera.

                                    Y esto no solo sirve para HÖR, sino para todo. HÖR es solo una experiencia más dentro del camino, un lugar donde pueden surgir amistades, oportunidades y momentos bonitos. No es fácil, claro, pero si eres tú mismo, tarde o temprano conectas con la gente adecuada

                                    También —y esto es importante en todos los ámbitos— es fundamental entender que no todo nos aporta positivamente en esta carrera de fondo. Saber decir que no a ciertos eventos o lugares es, en realidad, decir que sí a futuras propuestas que llegarán con el tiempo.

                                    De esa manera, mantenemos nuestro criterio basado en la calidad, sin caer una y otra vez en propuestas que no nos aportan y que, con el tiempo, pueden hacer que perdamos la ilusión. Por eso creo que un buen consejo es tener claro qué queremos y dónde debemos estar, para así generar interés en los espacios que realmente nos inspiran. Siempre hay promotores y personas observando nuestro trabajo, y es clave ser fieles a nuestros ideales para llegar a los lugares que nos interesan. Sin prisa, pero sin pausa.

                                    Para ir terminando, nos gustaría que nos dejaras una pequeña reflexión sobre la electrónica de la que te enamoraste en los inicios y lo que echas en falta en la escena actual.

                                      Es verdad que estamos en un momento complejo, con muchos DJs y eventos que no siempre representan las ideas o la filosofía con la que muchos empezamos… pero también hay que entender que siempre hemos trabajado para una minoría. El underground es eso. Nunca hemos intentado estar en la cima ni ser más conocidos de lo que ya somos en nuestro ámbito más íntimo.

                                      La vida te puede llevar a otros lugares, pero lo importante es no olvidar de dónde vienes. Esa es mi base. Yo llevo haciendo lo mismo toda la vida, y todo lo demás va y viene. Ahí es donde te das cuenta de que esto no es una fase: es un modo de vida.

                                      Mi filosofía es fluir, mantener la perspectiva y seguir siendo tú mismo. Con eso, y con saber lo que haces y quién eres, es suficiente. Lo demás llega solo. Lo importante es seguir siendo feliz con la música, y vivirla con verdad. No hay otra manera, al menos desde mi punto de vista.

                                      Hay DJ´s y productorxs muy buenxs en Barcelona, como Mod.1,  Men, Clase Sencilla, Anika Kunst, Alderaan, Spacer, Bruce Lee, Carlota, Imox, Ikari y otros de muchos estilos diferentes con discursos originales y que confluyen en ideas, visión, filosófica o cultura.

                                      Muchas gracias Serkin, estaremos atentos sobre tus siguientes pasos! Un abrazo enorme amigo

                                      Luis Iglesias
                                      Luis Iglesiashttp://bcnresistance.com
                                      Founder y apasionado de la electrónica y de la ciudad de Barcelona a partes iguales

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