Con apenas 27 años, BLONDEX se ha convertido en una de las artistas más prometedoras de la electrónica europea. Tras un verano en el que ha debutado en escenarios de talla mundial como Awakenings, Parookaville o Medusa Festival, y con proyectos creativos como su sello y marca STORMY, la artista catalana vive un momento decisivo en su carrera. Hablamos con ella sobre sus inicios, su sonido, y lo que aún queda por venir.
Antes de entrar en todo lo que está ocurriendo ahora, me gustaría retroceder en el tiempo: empezaste a pinchar con solo nueve años y a producir a los dieciocho.
¿Cómo ha evolucionado tu relación con la música desde entonces hasta hoy?
Sigo tan enamorada de la música como el primer día. Eso no ha cambiado, lo que sí ha cambiado es mi forma de vivirla. Empecé jugando, desde la pura curiosidad de una niña que se fascinaba con la electrónica. Con los años, esa curiosidad se transformó en disciplina: horas descubriendo música, probando mezclas…
Pinchar me ha enseñado a improvisar y a leer a la gente; producir me ha dado la voz para decir algo propio. Hoy ya no pienso en canciones aisladas, sino en construir historias, atmósferas y dinámicas que funcionen igual en un club íntimo que en un gran festival.
La música es mi refugio, pero también mi trabajo, mi lenguaje y mi forma de dejar huella. Me gusta pensar que no solo estoy para entretener, sino para emocionar. Y creo que la mayor evolución ha sido esa: aprender a verla con madurez, con la conciencia de que es también mi carrera y que detrás de cada paso hay una visión artística, pero también una parte empresarial que sostiene todo lo demás. Ese equilibrio es lo que me hace estar más conectada que nunca con lo que hago.
A lo largo de estos años has experimentado mucho en el estudio en busca de tu identidad, hasta consolidar un estilo donde conviven el techno, el acid y el trance ¿Sientes que finalmente has encontrado tu sonido?
Más que “encontrar” diría que he construido mi sonido poco a poco, con todos estos años. Mi firma combina estructuras de techno (esa parte más oscura y contundente), con líneas de acid hipnóticas y leads melódicos que heredan la emotividad del trance de los 90, que me ha acompañado desde siempre.

Técnicamente, trabajo mucho el low end: fusiono los kicks del techno con bajos muy marcados de psytrance. Es un rasgo que me enamoro en mi primer tour por India y que se quedó en mí, aportando también un matiz étnico que aparece en percusiones, vocales o atmósferas.
Aun así, mi sonido no es algo estático. Soy curiosa y necesito experimentar; por eso, aunque mis pilares estén claros, mi sonido sigue en constante evolución. La clave es que, aunque explore, hay una base reconocible. Si alguien escucha una pista mía en una playlist y la identifica como BLONDEX, significa que la identidad está funcionando. Y eso me da libertad para seguir creciendo.
Hace apenas dos meses lanzaste HELIX, el tema con el que has estado abriendo tus sets de este verano. ¿Hay algún trasfondo o concepto especial detrás de esta producción?
HELIX nació de imaginarme cómo quería abrir mis sets este verano, especialmente en Awakenings. Quería un tema que me conectara directamente con el público desde el primer segundo. Por eso volví a mis raíces: mezclar la fuerza del psytrance con una melodía trance que eleva, que emociona y que, literalmente, abre un viaje.
Es el track que resume a la perfección lo que es BLONDEX. Comienza con un momento íntimo, con mi propia voz hablándole directamente a la gente. Después, arranca el tema de una forma cruda, minimalista. Con un kick y un base de psytrance. Poco a poco aparecen los shots de acid con melodía, que se entrelazan con esa base. Y en el break llega el clímax: una melodía trancera que se sostiene hasta el último drop. Para mí, es el tema que mejor define mi viaje entre el techno, el acid y el trance.
En particular, la letra tiene un mensaje muy marcado. ¿Qué querías transmitir con ese speech y cómo has visto que ha conectado con el público en directo?
El speech de HELIX es un homenaje a la cultura rave y a todas las personas que viven por y para la música. Habla de entregarse al ritmo, perderse en la intensidad de la pista y dejarse elevar por el trance. Quise que fuese un mensaje personal, por eso usé mi propia voz: lo siento como un speech directo a mi comunidad, a los ravers que esperan en pista justo antes de que empiece mi set.
En directo se ha convertido en un momento muy especial, la verdad. Las luces bajan, la voz resuena y, justo antes del drop, noto cómo la gente conecta de una manera distinta. Para mí es una forma de recordar que no estamos solos, que compartimos un mismo viaje y que todos somos parte de la misma comunidad.
HELIX está directamente vinculado con la cápsula TEE001 – HELIX, de tu colección de ropa STORMY. ¿Cómo nació esa unión entre música y moda dentro de tu proyecto?
HELIX para mí siempre fue más que un tema, y sabía que no podía quedarse solo en la música. Era el momento perfecto para dar vida a la primera cápsula de STORMY, y así nació la TEE001.
La moda siempre ha sido parte de mí, de mi forma de expresarme. Desde el principio tenía claro que esta unión tenía que ocurrir algún día, y HELIX fue la chispa. STORMY tiene un lema muy claro, The way you look tonight: piezas que hablan por sí solas y que están pensadas para noches especiales, para el clubbing.

Me emociona ver a la gente con la camiseta en mis shows, o incluso en festivales donde no actúo. Es una sensación increíble, como si la comunidad llevara un pedacito de mí. Que de hecho, la TEE001 lleva literalmente mi huella en la parte trasera. Era la mejor manera de representar mi ADN en una prenda, así que en realidad, puedo decir que llevan un pedacito de mí, literalmente.
STORMY no es solo moda: también es tu propio sello discográfico. ¿Qué te llevó a crear este proyecto y qué espacio quieres abrir en la escena electrónica con él?
STORMY nació como sello discográfico, fue el primer paso de este gran universo que estoy construyendo junto con Marta. Desde el inicio sabíamos que no se quedaría solo ahí: necesitábamos un proyecto capaz de dar un 360 a todo lo que rodea a BLONDEX.
Somos un equipo muy detallista y nos gusta cuidar cada aspecto: la música, la estética, las visuales, la moda, la historia, la portada y cada detalle. Por eso, para nosotras STORMY no es solo un sello, es una extensión natural de mi universo artístico y de la comunidad que me acompaña. Queremos que sea un safe zone, un espacio donde la gente pueda vivir experiencias que conecten directamente con el arte y la cultura.
Mirando al futuro inmediato, ¿qué próximos pasos podemos esperar de STORMY, tanto a nivel musical como en el terreno de la moda?
A nivel musical, antes de que termine el año llegará un nuevo lanzamiento en STORMY: Lucid Rush. Es un tema muy energético, a 150 BPM, donde he experimentado con tempos más elevados. Tiene una melodía trance muy marcada y un drop con muchísima fuerza. Creo que será un gran cierre de año para el sello.
Además, aunque no saldrá directamente en STORMY, también voy a lanzar un edit de uno de mis temas de trance clásico favoritos. Es un track que he estado pinchando todo el verano, que ha funcionado increíble en mis sets, y que quiero regalar a la comunidad.
En cuanto a moda, habrá una nueva cápsula en 2026, siempre vinculada a alguna sorpresa especial. STORMY no dejará de ser ese puente entre música y estilo.
Y quizá lo más emocionante: este próximo año nuestra intencion es abrir STORMY a otros artistas. Proyectos creativos, ambiciosos y apasionados que compartan mi misma frecuencia. Me ilusiona darles este altavoz, porque mi comunidad está siempre abierta a descubrir música nueva, y eso conecta mucho con nuestro espíritu.
Este verano has tenido una temporada muy intensa, con momentos importantes en tu carrera. ¿Cómo viviste tu debut en Awakenings? ¿Qué significó para ti esa experiencia y cómo se comparó con lo que imaginabas antes de subir al escenario?
Awakenings fue un sueño cumplido, uno de esos momentos que voy a recordar toda mi vida. Lo viví con una emoción inmensa, como la recompensa a todo el esfuerzo y las horas de trabajo que llevo dedicando al proyecto desde hace años. Además, poder estar acompañada por todo mi equipo lo hizo todavía más especial.

Quería que mi carta de presentación fuera impactante. Por eso incluí diez temas propios, algunos IDs y varios tracks que ya han salido. Para mí fue algo muy significativo, una forma de mostrar quién soy como artista.
Fue genial porque nos regalaron una hora extra de set para abrir la pista, lo que me permitió construir un viaje completo: empezar con techno oscuro, llevarlo hacia un acid hipnótico y agresivo, y terminar con un trance capaz de poner la piel de gallina.
Fue mi primera experiencia en una silent disco y superó todas mis expectativas. Aunque era el último día de festival, la energía del público estaba altísima. La atmósfera que se creó fue mágica. Tanto, que terminé el set llorando de emoción, sin poder contenerme. Fue realmente inolvidable.
También has pasado por escenarios como Medusa Festival y Parookaville, dos contextos muy distintos. ¿Notas diferencias entre el público nacional e internacional cuando pinchas tu música?
Una de las cosas más bonitas de girar es descubrir lo distinto que puede ser el público según el país. Incluso dentro de Europa hay contrastes enormes y para mí es súper enriquecedor observar esos cambios culturales. Creo que esto es lo mejor que le puede pasar a un artista: te obliga a no dar nada por sentado. Antes de apretar el play nunca sabes cómo te recibirá la pista ni cuál es su forma de vivir la música.
Sí noto diferencias entre el público nacional e internacional. En España a veces me cuesta un poco más conectar al principio. Incluso hay gente que luego me dice: “No sabía que eras española”, y supongo que mi apariencia influye. Pero una vez se rompe esa primera barrera, el público de aquí es el más entregado con diferencia. Reconozco muchas caras que repiten en distintas ciudades y eso es un lujo, algo que me emociona de verdad.
Fuera, en cambio, siento que la conexión suele ser más rápida. Están muy acostumbrados a descubrir música nueva y a abrirse a propuestas diferentes. Te dan la oportunidad de bailar contigo aunque no sepan quién eres. Y hay un detalle que me encanta: antes de actuar en un país nuevo noto un pico de reproducciones de mis temas. Es como si el público investigara, se informara y quisiera conocerte antes de verte en cabina. Esa forma de vivir el clubbing me parece muy especial.
Tu último set en Nitsa, de 4 horas donde compartiste cabina con 999999999 dejó con ganas de más al público catalán. Después de un año tan potente, ¿queda todavía algún as bajo la manga que puedas revelarnos? ¿Te podremos ver en alguna cabina de la ciudad condal?
Nitsa fue una de las noches más especiales de este año. Me impactó ver a tanta gente de la comunidad, luciendo la camiseta de STORMY con tanto orgullo. Pude hacer un opening set para 999999999 y también un closing, que disfruté muchísimo. Me encantan estos extended sets porque me permiten crear esa atmósfera y ese viaje que os contaba.
Barcelona es mi casa, y habrá más fechas en formato extended 100%. Ahora por el momento, sólo puedo confirmar que el 07 de diciembre estaré actuando en Input, junto con Reinier Zonneveld y Mounique. Habrá más, seguro. La conexión con la ciudad es prioritaria para mí y quiero seguir compartiendo momentos únicos con el público local.
¿Y a nivel internacional? Déjanos alguna pista aunque todavía no se pueda contar.
Sí puedo adelantaros que estaré actuando en ADE 2025, en el evento de Lilly Palmer. Será en formato B2B con una artista que respeto mucho. Será mi primer B2B a nivel profesional, y hacerlo con alguien como ella, que es una figura enorme dentro de la escena techno y con tantos años de recorrido, es un auténtico orgullo.
A nivel musical, me cuesta hasta ponerlo en palabras… pero puedo adelantaros que antes de que acabe el año cumpliré otro gran sueño: debutaré en el sello de mi artista de referencia y favorita. Para mí esto será un salto muy importante en mi carrera, un paso que siento que cierra una etapa y abre un nuevo capítulo.
Y aunque no puedo revelar todavía todos los detalles, sí os aseguro que vienen más anuncios muy grandes, tanto a nivel de lanzamientos como de proyectos. Solo puedo decir que lo que queda de año va a ser realmente especial.
Después de un año tan intenso, ¿tienes algún reto para 2026 en mente?, ¿cuál es el sueño que todavía te falta por cumplir y que te motiva a seguir adelante?
Soy una persona muy ambiciosa y siempre me pongo nuevos retos. Para 2026 quiero seguir consolidando mi salida internacional, actuando de forma más recurrente y creciendo sobre la base que hemos empezado a construir este año.
A nivel nacional, hay un sueño que llevo conmigo desde hace mucho: debutar en Aquasella. Es un festival que siempre me ha marcado y en el que me encantaría poder compartir mi música. Estoy trabajando para que eso ocurra.
En lo personal, también estoy aprendiendo a decir “no” a aquellas oportunidades que siento, por instinto, que no me aportan. Creo que es un paso muy importante para cualquier artista: elegir lo que de verdad te hace crecer y posicionarte con coherencia dentro de la escena.
A nivel musical, estoy trabajando mucho y muy duro para conseguir colaboraciones con mis referentes y pasar horas en el estudio junto a artistas como Mha Iri o Alignment. También tengo entre mis grandes objetivos debutar en sellos que admiro profundamente, como KNTXT, Filth on Acid y, por supuesto, formar parte de la familia de Exhale.
Más allá de metas concretas, mi mayor objetivo es lograr vivir de esto durante muchos años, dejar una huella y que mi música siga emocionando a la gente. Y, sobre todo, que mis padres puedan ver cómo consigo el sueño que llevo persiguiendo desde niña. Eso es lo que me motiva a seguir adelante cada día.
Finalmente, y volviendo al inicio de todo… si pudieras hablar con la BLONDEX de 13 años, que pinchó en un pub por primera vez delante de su familia y su profesor ¿Qué consejo le darías?
Le diría que va a conseguir todo lo que se proponga. Que siga soñando y que confíe en sí misma, porque si trabajas con amor todo es posible. Y, sobre todo, que disfrute del proceso: es algo mágico, pero pasa muy rápido.
También le diría que no deje nunca que nadie le corte las alas. Soñar en grande es lo que te lleva a lo más alto. Que confíe en esa curiosidad incansable y que cuide lo esencial: proteger sus oídos, descansar cuando lo necesite y grabar siempre sus sesiones para aprender de ellas.
Que no tenga miedo a decir que no cuando una puerta comprometa su criterio, que la paciencia es muy importante y que prefiera cultivar criterio antes que seguir modas. Porque al final, más allá de los hitos, lo que realmente forma una carrera es la calidad del vínculo que construyes con la música y con la gente que baila contigo.
Muchas gracias por compartir con nosotros este momento profesional tan emocionante, te deseamos lo mejor y estaremos atentos a tus siguientes pasos! Un abrazo
Igualmente chicos, ha sido un placer 🙂